El cuidado capilar más natural

El movimiento global que invita a volver a una existencia más sencilla gana cada día más adeptos en medio de una sociedad enganchada a las nuevas tecnologías. Por todo el mundo surgen distintas corrientes que buscan recuperar el poder de la naturaleza en detrimento de lo artificial.

Así, los ex-conectados han renunciado a las redes sociales para relacionarse con los demás a la antigua usanza, mientras que los seguidores de la filosofía slowlife quieren recuperar el control del tiempo y dejar atrás el frenético ritmo de vida actual. En las ciudades más cosmopolitas proliferan los huertos verticales, la alimentación orgánica es la última tendencia en gastronomía y el 'piensa en verde' ha dejado de ser un eslogan para convertirse en una máxima vital. Y, como no podía ser de otra manera, esta vuelta a los orígenes ha llegado también a la cosmética capilar.

Las revolucionarias moléculas creadas en los laboratorios de última generación que han protagonizado los avances científicos más sonados empiezan ahora a ser sustituidas por ingredientes naturales tan eficaces como ellas, pero con un mayor grado de biocompatibilidad. Así, el extracto de pomelo es un gran aliado del cuero cabelludo porque, además de calmarlo, estimula su sistema inmune. Y el aceite de coco, rico en ácidos grasos, es perfecto para nutrir e hidratar las fibras capilares dañadas. El azafrán devuelve la vitalidad perdida a los cabellos más secos mientras que el geranio proporciona un brillo increíble. Por su parte, el cilantro fortalece el pelo frágil, el aceite de argán aporta elasticidad y suavidad y la flor de manzano protege las melenas teñidas de las agresiones externas, como los rayos UV o las herramientas de calor.

Además, conceptos como sostenibilidad, ecología, energías renovables o química verde (que apuesta por reducir el uso de tóxicos en los procesos de producción) están a la orden del día. En definitiva, que lo natural está más de moda que nunca. Para la realización de este artículo no se han utilizado parabenos, sulfatos, siliconas, ni colorantes artificiales.