Si adoras los vestidos negros, este que Juana Acosta ha llevado en el Festival de cine de Sitges va a enamorarte

Es tan original que en realidad no es lo que parece

Juana Acosta en la lectura del palmarés del Festival de cine de Sitges

Juana Acosta en la lectura del palmarés del Festival de cine de Sitges.

/ Gtres

Algún día deberíamos dedicar un texto largo y completo, con todas las referencias posibles, del arte que tiene Juana Acosta para saber cómo sorprender al personal en cada una de sus apariciones públicas. No se le acaban nunca los ases que esconde debajo de sus mangas, seguramente porque su mente está siempre abierta a todas las posibilidades.

En el Festival de Sitges, sin ir más lejos, donde ha sido miembro del jurado, nos ha vuelto a conquistar con otro cambio de registro.

En concreto, gracias a un vestido midi de Sandro que no es nada de lo que parece a primera vista. No es un dos piezas formado por un cárdigan y una falda plisada ni tampoco es un vestido camisero. Es un diseño que es una especie de trampantojo de todo eso y, como tal, es una maravilla.

Juana Acosta con vestido de Sandro

Juana Acosta con vestido de Sandro.

/ Gtres

No puedes decir que no parece todo eso, ¿verdad? Sobre todo lo segundo, ya que el patrón de la parte superior de la pieza, de escote en uve y manga larga, se asemeja al clásico dibujo acanalado de muchas prendas de punto. Sin embargo, es una falsa chaqueta de punto que va unida a la falda, donde el dibujo, aunque sigue siendo todo negro y liso, cambia al renunciar a las mencionadas acanaladuras.

No son falsos los botones de la parte frontal de vestido, de ahí que la firma francesa lo haya bautizado como vestido chaleco, y sí que son exclusivamente decorativos los bolsillos del pecho y de la cadera.

Juana Acosta le ha dado un toque de alfombra roja al llevarlo junto a unas sandalias de tacón negras, pero es un vestido polivalente, que funciona también con botas planas militares, tal y como propone Sandro llevarlo en las imágenes de su catálogo online, e incluso con deportivas si se quiere llevar al extremo más informal. En definitiva, es uno de esos caprichos, 225 euros tienen la culpa, con el que sí se tiene la seguridad de que una le va a sacar mucho partido.

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