Premios Goya 2018: lejos de la igualdad

La lista de nominados a los premios más importantes del cine español dan un espaldarazo a dos directoras pero las nominadas solo son el 26,8% del total y hay hasta ocho departamentos ‘men only’ como fotografía, música o sonido.

Verano 1993

Una imagen de la película nominada a los Goya 'Verano 1933'.

/ IMDB

Cuando han hecho pública la lista de nominados a los Premios Goya 2018, la primera reacción podría ser de alegría al ver que hay dos directoras nominadas, una en la categoría noveles y la otra en la de ya consagrados. Una de cuatro, en cada una de sus categorías. Solo dos, cierto, pero ya es algo. Un 25%.

Ese cuarto es todo un logro, aunque lo cierto es que, en según qué cosas, se podría ver como uno muy escaso. Por ejemplo, si de una tarta te toca un 25%, lo ves pequeño frente al otro 75%, ¿no? Y más pequeño aún se ve si lo pensamos en un millón de euros.

Lo cierto es que en cuanto a género, en cultura, la porción de la tarta siempre es bastante pequeña y eso es, precisamente, lo que ha puesto de manifiesto el comunicado que ha lanzado la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA) y que nos da un baño de realidad: las mujeres profesionales del cine solamente obtienen 30 nominaciones a los premios Goya, frente a las 83 en manos de sus compañeros hombres.

Isabel Coixet

Isabel Coixet es una de los dos mujeres nominadas a los Goya por 'La biblioteca'.

/ Carlos Alvarez

¿Sientes el frío? Winter is coming. ¿Por qué de repente te da bajonazo? Simplemente porque CIMA ha puesto el dedo en la llaga y la llaga supone que en ocho categorías de los Premios Goya 2018 no hay ni una sola mujer nominada (dirección de fotografía, música original, dirección artística, sonido, efectos especiales, película de animación, cortometraje de ficción y cortometraje de animación).

Sin embargo, muchas estábamos felices hasta ese momento y la razón principal es que nos conformamos con migajas porque es a eso a lo que estamos acostumbradas y porque sabes que si te quejas, te llaman aguafiestas. O te dicen que disfrutes de la música (si te estás señalando, por ejemplo, el cartel de un festival donde solo hay un 8% de representación femenina). O, en el caso que nos ocupa, que te calles y dejes pasarlo bien en la fiesta del cine español.

La realidad es que estamos muy lejos de la igualdad en la cultura. Como dice la escritora y sabia feminista, Laura Freixas, la igualdad en la cultura “ni está ni se la espera”.

Ella y otras pensadoras y activistas nos recuerdan que es precisamente en ese terreno en el que menos se avanza y donde más resistencia se encuentra. No inventan. Este jueves presentó la UNESCO un informe en el que alerta de que las mujeres están infrarrepresentadas en la cultura ya que solo constitiyen un 45% de los trabajadores de este sector en el mundo, siempre en los niveles más bajos, pues ellas ocupan apenas una tercera parte de los puestos de toma de decisiones.

Además, el informe denuncia que solo el 34% de los ministros de Cultura y el 31% de los directores de programas de arte en el mundo son mujeres. Esta investigación especificaba que esto no ocurre solo en los países en desarrollo y llamaba la atención en especial sobre el mundo del cine.

En Europa las mujeres dirigen solo una de cada cinco películas y sus filmes tan solo reciben un 16 % de la financiación pública destinada al cine. Tampoco están integradas en igualdad en todos los departamentos del sector, algo que queda patente en la lista de nominados a los próximos Goya: en ocho categorías las mujeres aún permanecen ausentes, y es que sólo en el 2% de las películas la Dirección de Fotografía la firma una mujer y sólo el 3% aparecen en el departamento de efectos especiales, según datos de CIMA.

Las mujeres n siquiera están representadas en igualdad en categorías como maquillaje y peluquería, donde el porcentaje no llega ni al 50%. Las excepciones aparecen en diseño de vestuario, con un 75 % y mejor película iberoamericana, donde de las cuatro películas, hay tres directoras —una codirige con un hombre—: 'Amazona' de Clare Weiskopf, Nicolás van Hemelryck, 'Tempestad' de Tatiana Huezo y 'Zama' de Lucrecia Martel, además de 'Una mujer fantástica' de Sebastián Lelio.

También hay que resaltar que en Mejor cortometraje documental están nominadas Mabel Lozano con 'Tribus de la Inquisición' y Laura Ferrés con 'Los Desheredados', dos documentales impecables y muy recomendables que, además, logran el 50% en igualdad.

Un reflejo de la sociedad

Estos premios no hacen más que reflejar la situación de desigualdad en el cine español, donde los papeles femeninos representan el 37,8% de los personajes, frente al 62,2% de los masculinos, según los datos del 'Estudio sobre la presencia de la mujer en las producciones españolas de ficción (2014-2016)', realizado por AISGE y la Unión de Actores.

Además, las mujeres solo representan un 26% en los cargos de responsabilidad en nuestro cine. No solo eso sino que ellas cuentan con menos presupuesto para sus (pocas) películas: si el de las dirigidas por hombres es de 2.267.517 €, el de ellas es de 1.446.804 €, más de 800 mil euros de diferencia.

La discriminación es tan evidente que incluso Fernando Benzo, secretario de Estado de Cultura, ha anunciado en el Congreso de los Diputados que el Gobierno prevé incrementar los puntos para que las mujeres cineastas puedan acceder a las ayudas y luchar así contra las diferencias que hay en la producción de cine español por género.

Si nos ponemos optimistas, habrá que quedarse con que en la próxima edición de los premios Goya 2018 al menos habrá dos mujeres nominadas en dirección. Isabel Coixet en la mejor dirección con ‘La Librería’, esa película pequeña que ha enamorado al público y ha roto previsiones con su éxito de taquilla, y la debutante Carla Simón nominada en la mejor dirección novel con esa joya que es ‘Verano 1993’, y que es también la única mujer en la categoría de Guión Original, en adaptado hay un 37 %, al estar Isabel Coixet y Coral Cruz, coautora de la adaptación de "Incierta gloria”.

'La librería', de Isabel Coixet

Una imagen de 'La librería', la película de Isabel Coixet.

/ IMDB

in embargo, la próxima edición de los Goya, la gran fiesta del cine español, no será tan luminosa como debería por culpa de unos claroscuros que huelen a machismo y a desigualdad. La Academia de Cine debería tomar nota y tratar de solucionar tanta discriminación en sus propios premios porque las mujeres no son solo vestidos que lucir en las alfombras rojas. La presencia de creadoras y profesionales en todas y cada una de las categorías que se premian será el único indicativo que nos dirá que, al fin, el cine español aprueba en igualdad.

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