LLega la “viagra” femenina

Es diferente a la pastilla azul masculina, pero ya causa la misma expectación. Los parches de testosterona para la mujer llegan para tratar, de momento, los efectos de la menopausia quirúrgica.

LLega la “viagra” femenina
LLega la “viagra” femenina

Un cambio importante en la vida de muchas mujeres está a punto de ocurrir. El parche femenino de testosterona se pondrá a la venta en España después del verano, bajo el nombre médico de Intrinsa, y está destinado a mejorar la respuesta sexual en mujeres con bajo deseo después de una menopausia quirúrgica. Es decir, tras la extirpación de ambos ovarios y el útero. Más de 600.000 mujeres en nuestro país, de entre 24 y 70 años, han pasado por esta circunstancia, con la disminución hasta del 50 por ciento de la testosterona a los pocos días de la intervención. Esta hormona sexual, que se produce en los ovarios y en las glándulas suprarrenales, desempeña un papel clave en la excitación sexual y el orgasmo. Intrinsa, un pequeño parche transparente que se coloca en el abdomen dos veces a la semana, está indicado para el tratamiento del Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo (TDSH), el bajo deseo sexual que produce angustia en menopáusicas quirúrgicas. Es el primer paso. También se estudia su utilización, en un futuro próximo, para otras indicaciones de bajo deseo sexual.

No es para el fin de semana

Las comparaciones con la Viagra son tan inevitables como inexactas. En primer lugar, porque la píldora masculina lanzada hace diez años consigue una respuesta inmediata (necesita unas horas de actuación, por lo que en muchos casos se ingiere con antelación a una cita), mientras que el nuevo medicamento requiere unas veinticuatro semanas para actuar, y el resultado empieza a notarse a las cuatro semanas de administración.

Su uso lúdico o recreativo no está, por tanto, contemplado por sus responsables (PG Pharmaceuticals), que manejan la información con sumo cuidado entre los ginecólogos –quienes tendrán que recetar el parche– y los medios de comunicación, con el fin de evitar la expectación y el sensacionalismo que generó en su día la Viagra. Ha sido inevitable, ya que su reciente entrada en vigor en Alemania y el Reino Unido ha llevado a publicar algunas incorrecciones. Su aprobación en Francia el pasado noviembre pasó bastante más inadvertida. En España estará disponible a partir de septiembre, previsiblemente, y se espera dar soporte informativo a médicos y posibles consumidoras a través de una web interactiva, con el apoyo de la AEEM (Asociación Española para el Estudio de la Menopausia) y la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia).

El trastorno más frecuente

La aprobación del medicamento llega tras un largo debate sobre la necesidad de prestar más interés a la respuesta sexual de la mujer. Un síntoma más de desigualdad social, ya que la disfunción masculina conoce importantes avances. Y las repercusiones en la calidad de vida son igual de serias en mujeres que en hombres: falta de autoestima, infelicidad y pérdida en la calidad de las relaciones. «La prevención de quistes, miomas, endometriosis y cánceres ha ido en detrimento de la sexualidad de la mujer», reconoce el doctor Javier Ferrer, presidente de la AEEM. «Se ha abierto un debate en la ginecología para replantearse una vuelta al conservadurismo.»

El bajo deseo o la falta del mismo es el trastorno sexual más común en las mujeres. Y sí, uno de los principales motivos es la alteración en los niveles de hormonas como los estrógenos y la testosterona, cuando llega la menopausia natural, en torno a los 50 años, o la quirúrgica, cuando se extirpan los ovarios (generalmente, al mismo tiempo que el útero), una de las intervenciones más frecuentes en la mujer. Pero hay otros motivos de tipo personal o psicológico, como problemas en la relación de pareja, estrés, angustia o depresión, o la ingesta de medicamentos. Y otros trastornos, como la falta de orgasmo, de lubrificación o el dolor durante la práctica del sexo.

«La española recurre a un sexólogo antes que a un ginecólogo si tiene un trastorno sexual», explica la doctora Charo Castaño, psicóloga clínica y sexóloga del Instituto Palacios. «La sexualidad es una parte importante de su vida y su bienestar, y quiere saber todo lo relativo a la salud sexual, para mejorar sus relaciones y su satisfacción personal.»

La doctora Castaño advierte: «Veo a chicas de treinta y pocos que están haciendo lo mismo que sus madres... ¡Fingiendo! A veces, con tal de que no las abandonen. Hay que hablar y no conformarse. La base de una relación es la sexualidad.»

Para saber más:

El cerebro femenino (Louann Brizendine, RBA, 18 €).

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