El sexo de los alimentos

Los nutricionistas apuestan por una dieta ‘femenina’, con más nutrientes, menos calorías y ‘cuidados intensivos’ cuando lo pide el cuerpo.

El sexo de los alimentos
El sexo de los alimentos

Si una madre ofrece el mismo plato de espagueti a un niño y a una niña, ¿está favoreciendo la obesidad? Los expertos en nutrición que asistieron a un seminario de salud celebrado recientemente en Barcelona opinan que sí, y razonan su respuesta: el hombre necesita consumir una mayor cantidad de alimentos, ya que su peso total –su peso óseo y su fuerza– lo exigen. Nosotras, en cambio, necesitamos bastante menos energía y un aporte muy alto de nutrientes, sobre todo, en etapas especiales como la gestación o la lactancia.

No somos iguales

El hombre es más fuerte, su masa grasa se localiza, básicamente, en el abdomen, su obesidad le causa problemas cardiovasculares, el crecimiento óseo se produce más tarde que el de la mujer, y tiene preferencias alimentarias distintas a ella (como la carne o el queso). Frente a él, la mujer acumula su masa grasa en glúteos, mamas, caderas y muslos; tiene un crecimiento óseo precoz; y en su alimentación prefiere las verduras, el pescado, los lácteos y los azúcares rápidos.

Calorías al habla

La dieta de una mujer sana no debería sobrepasar las 2.100 kcal (frente a las 3.000 kcal del hombre) y tendría que incluir un consumo importante de verduras y hortalizas. Es esencial, sobre todo en edad fértil, un aporte de ácido fólico, e ingerir más calcio y más hierro durante los periodos de embarazo y lactancia.

¿Cómo se traduce en alimentos por día? Siete raciones de cereales y legumbres, tres de verduras y hortalizas, dos de lácteos, tres de fruta y dos de carne, pescado o huevos. Una ración no es un plato, puedes tomar la fruta en zumo o la verdura en guarnición. Los alimentos funcionales también ayudan. Son productos que proporcionan un beneficio más allá de su valor nutricional. Seguro que te suenan los yogures con L. Casei Imunitass, las margarinas enriquecidas con esteroles vegetales o los huevos ricos en Omega-3. En general, estos productos contienen determinados minerales, vitaminas, fibra alimenticia o ácidos grasos. Además, a algunos se les añaden sustancias biológicamente activas. Rosa Ortega, profesora de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, afirma que, en ocasiones, la mujer quiere perder peso y no sabe bien cuáles son los alimentos que aportan más calorías, y elimina de su dieta, incorrectamente, los que poseen más nutrientes. Por otra parte, Lucía Bultó, dietista del Centro de Asesoramiento en Dietética y Nutrición de Barcelona, considera que ambos sexos deben comer lo mismo, «pero la mujer siempre debe aumentar el aporte de vitaminas y minerales. Ésa es la gracia, que con las mismas raciones, varían las calorías finales.»

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