Ellos se enganchan más al fenómeno 'selfie'

¿Son los smarthphones los nuevos espejos? Si la respuesta fuese afirmativa, podríamos imaginar a Kim Kardashian como la Bruja de Blancanieves del año 2016. Y sí, Kim es la reina del selfie por excelencia (y de todo lo que se proponga inventar) pero, ¿qué hay de ellos? Siempre creemos que somos nosotras, las mujeres, las más presumidas, las que siempre nos estamos mirando al espejo y somos capaces de hacer cientos de autofotos por segundo. Pero, ¿y si no es así? 

No imaginen tanto, hablamos de una realidad. Un estudio realizado por Wiko, una empresa fabricante de Smartphones ha revelado que, aunque las mujeres nos hacemos más selfies que ellos, cuando los hombres se unen a esta tendencia, se hacen más adictos que nosotras. 

De hecho, el estulio desvela que el 39’84% de las españolas se hacen al menos un selfie a la semana, cifra que disminuye en el caso de los hombres hasta un 34’29%. Eso sí, los que lo hacen, repiten. Un 28,74% asegura auto-fotografiarse, al menos, tres veces por semana, mientras que solo un 8% de mujeres reconoce alcanzar esta cifra.

Pero el estudio no habla solo de géneros. Resulta que, de los mil participantes en la encuesta, el 90% dice hacérselos en compañía o, al menos, preferir esto a hacérselos en solitario. En este sentido, mientras lo más jóvenes eligen a sus amigos para protagonizar estas instantáneas, a partir de los 24 años el álbum de fotos del móvil lo suelen ocupar las imágenes más románticas en pareja. 

Eso sí, la mitad de los selfies de usuarios de entre 18 y 34 años son retocados con algún programa. Más brillo, filtros, desenfoques, todas las herramientas son válidas a la hora de compartir las autofotos en redes sociales. Instagram triunfa entre los jóvenes, el 61% opta por esta plataforma para conseguir likes entre sus seguidores.

Sea como sea, hagas con quien hagas tus autofotos o las subas donde las subas, la realidad es que ya somos adictos a los selfies. Si los retratos de Goya o Velázquez tuvieron el monopolio durante el sigl XVIII, ¿son los selfies el nuevo arte de toda una generación?