10 razones para adorar a Cara Delevingne este verano

La it-girl vuelve a la gran pantalla, se estrena como escritora y prepara su 25 cumpleaños a lo grande.

Detalle de la cinta en el pelo de Cara Delevingne

Detalle de la cinta en el pelo de Cara Delevingne.

¿Qué queréis ser de mayores? Nosotras, Cara Delevingne. Os contamos por qué admiramos tanto a la actriz, exmodelo e 'it-girl' británica en 10 puntos y os avisamos ya: se nos han quedado cosas dentro.

1. Vuelve a la gran pantalla.

Entre nosotras, hacía falta valor para ponerse de nuevo delante de una cámara tras la sonrojante 'Escuadrón suicida'. Pero las 'it girls' no están hechas de mantequilla, sino de la materia de los sueños, así que Delevingne le dio el “sí” a lo nuevo de Luc Besson, 'Valerian y el imperio de los mil planetas' (estreno: 18 de agosto) y acertó. La película no acaba de convencer a los críticos (mucha estética y poco lerele, vienen a decir con un lenguaje algo más florido), pero la interpretación de la británica les ha robado el corazón.

2. Ha llegado al cine para quedarse.

El 25 de agosto se estrena en Estados Unidos 'Tulip Fever', una de época con Delevingne de secundaria. Parece que pronto veremos, también, 'London Fields', que iba para película de culto y ha punto ha estado de quedarse en el estreno interruptus más famoso de la historia desde 'El Quijote' de Terry Gilliam. Cara ha acabado además el rodaje de 'Life in a year', donde comparte pantalla con Jaden, el hijo de Will Smith, y se prepara para 'Fever heart', donde trabajará codo a codo con Alexander Skarsgård. Vamos, que en su perfil de LinkedIn ya ha cambiado “modelo” por “actriz” y a quien no le guste que no compre entrada.

3. Debuta como cantante.

Estas 'it-girls' lo mismo valen para un roto que para un descosido. Así que cuando se preparaba la banda sonora de 'Valerian', Cara alzó una ceja (algo que, en su caso, más que un mohín es un arma secreta) y dijo: “Trae para acá ese micro”. Y voilà, ahí está el tema 'I feel everything', escrito y cantado por ella misma, y con videoclip incluido. Atendiendo al estado de nuestra autoestima en estos momentos, te chivamos que la ejecución de Cara no dista mucho que aquello que hiciste en el karaoke de tu pueblo con los colegas y que todos habéis jurado no mencionar jamás.

4. También es escritora.

Una mujer del Renacimiento, nuestra Cara, que practica todas las artes y que, todo sea dicho, quería ajustar cuentas con esos cabroncetes que le hicieron la vida imposible en el instituto. Lo cuenta todo en su primera novela, para adolesentes, 'Mirror, mirror', que se publicará el próximo otoño.

5. No tiene pelos en la lengua.

No nos extraña, a todo esto, que Cara tenga facilidad para la palabra. La corrección política siempre le ha dado urticaria y nunca se ha privado de decir lo que pensaba sin paños calientes. Se declaró bisexual con un encogimiento de hombros (que no, que no soy lesbiana, no entendéis nada), y pensando en dar ejemplo de autoaceptación a las muchas adolescentes que la admiran. Hasta dijo, en una batalla de rap con James Franco y su hermano Dave: “Me he enrollado con tías más buenas que vosotros dos juntos”. Ahí, dándole al heteropatriarcado donde más le duele, Cara.

6. Y eso que su cabeza no es la más sana del mundo.

También ha hablado, largo y tendido, sobre sus problemas mentales, de los que tiene un amplio repertorio. A la edad a la que otras niñas jugaban con sus Monster High, Cara estaba hasta las cejas de repetir sus traumas a su psiquiatra de cabecera: sí, me doy cabezazos contra las paredes porque quiero desmayarme; sí, quiero dejar de existir; o ser otra persona. Sí, puede que me drogue un poco demasiado; o demasiado poco, según lo mires; sí, la ansiedad hace que me rasque hasta sangrar. Los ricos también lloran (y toman prozac).

7. La culpa la tienen los padres (pero todos tenemos defectos).

Claro que la pequeña Cara tenía al enemigo en casa. Su aristocrática madre, Pandora, en tiempos dama de compañía de la princesa Margarita, era heroinómana y bipolar, y todo eso la tenía demasiado liada como para hacerles un rosbif como Dios manda a sus tres hijas. Aunque pasó años durmiendo en la cama de su hermana Poppy, Cara defiende a su madre ante quien haga falta y destaca su gran corazón y su valor. Claro que también dice que ha heredado de ella el don de la adicción. A buen entendedor...

8. Dejó la pasarela cuando estaba en lo más alto.

Empezó con Burberry en 2011 y, durante cuatro años, fue la reina de las pasarelas. Entonces, para horror del 'front row', decidió abandonar. Detestaba los desfiles, la profesión le hacía odiar su cuerpo, se sentía vieja, la ansiedad le había provocado una psoriasis galopante. Además, siempre había querido actuar. “Trabajar de modelo es algo que hago; actuar es algo que soy”. Las grandes firmas aún no se han recuperado del susto.

9. Adora a sus hermanas (y el sentimiento es mutuo).

Si Chloe, la mayor de las tres Delevingne, guarda rencor a la benjamina, Cara, por haber triunfado más allá de lo razonable mientras ella se convertía en una aburrida esposa y madre, no se le nota nada. Si Poppy, la mediana, se siente resentida por haber mantenido a la familia en pie cuando su madre tropezaba una y otra vez en la misma piedra, tampoco. Cara y Poppy acaban de comprarse una casa para vivir juntas en Los Angeles y las tres son uña y carne. “Te lo voy a contar así. Si una de mis hermanas asesinara a alguien, le ayudaría a enterrar el cuerpo”, asegura Cara.

10. Da las mejores fiestas de cumpleaños del mundo.

El 12 de agosto, Cara cumple 25 años y lo celebrará, como siempre, a lo grande. En esta ocasión, pasa de Ibiza, Londres o Toronto y se lleva a México a sus 20 mejores amigas (ya sabes, Kendall Jenner, Georgia May Jagger, Gigi Hadid, Hayley Baldwin... vamos, igualito que tus quedadas con las primas de Monzón y las compis del colegio mayor). El programa de festejos incluye senderismo, kayak, observación de la fauna salvaje y, por supuesto, una épica fiesta final. No sabremos si habrá, como en su 24º cumpleaños, un modelo desnudo saliendo de una tarta, pero de algo nos enteraremos a base de selfies y tuits de las invitadas. Benditas redes sociales, que nos permiten presenciar ese mundo dorado a través del ojo de la cerradura.

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