Gabana, el regreso de un mito

En los boyantes 90 fue el place to be por el que pasaba, en Madrid, toda estrella que pernoctara (o más bien pasase la noche en vela de juerga en la capital). Por allí han movido las caderas (que se lo digan a Shakira) el universo futbolistas (Cristiano Ronaldo incluido), el de actores y actrices (desde Bruce Willis hasta Sofía Loren pasando por Jean-Claude Van Damme), las celebreties latinas (Salma Hayek, Julio Iglesias Jr…), la moda (Valentino, Oscar de la Renta…) o el star system patrio (Miguel Bosé, Alejandro Sanz, Alaska…). ¡Vaya que hasta te encontrabas un día pinchando al mismísimo hijo de Tom Cruise o al de Sarkozy! 

Nueva localización

¡La famosa sala de fiestas vuelve (tras su cierre en 2018 en Velázquez) con nueva localización (María de Molina con Príncipe de Vergara) y nuevo espacio (tras cinco años de obra, pandemia de por medio) con más de 1.000 m2 pero igual de pertrechada (que antes) de espíritu de glamour, opulencia y lujo. Una pista la dan sus patnerships con Bentley, Maserati y Dom Pérignon (en la carta no faltan sus formatos jeroboam -3 l- y mathusalem -6 l-) para entenderlo. Madrid intenta, con este nuevo paso, posicionarse como la capital europea (¿o mundial?) del ocio nocturno deluxe (de paso… ¿cabe algún restaurante u hotel de cinco estrellas más?).

Evidentemente la fórmula del éxito la tienen clara, musicón (DJ, actuaciones, espectáculos, conciertos, bailarines…), accesos secretos y parking para el famoseo, atmósfera de sofisticado club privado (iluminación integrada hasta en las escaleras mecánicas y ascensores que comunican sus espacios), coctelería de autor, carta de champagnes (de los mencionados a todos los Moët imaginables pasando por los Cristal de Louis Roederer o los Belle Époque de Perrier-Jouët), vinos (los top de Vega Sicilia, Numanthia…) y los espirituosos premium más deseados del mercado. 

Una noche gastro

La principal novedad con respecto a la etapa anterior es su “socio” foodie, Jimmy’s Restaurant. Puerta con puerta, con accesos para staff conectados con Gabana y con espacios privatizables compartidos. En él no falta un “raw bar” (ostras, ceviches, tatakis, tartares con caviar…), sushi (rolls, niguiris…) y cocina “viajada” (woks, tacos, sams…). Además de pescados y mariscos (carabineros, gambas…) y cortes premium de carne (maduradas, black angus…). ¡Y el infaltable jamón de Joselito (Gran Reserva 2019, Vintage 2016…)! Todo ello diseñado y ejecutado por el chef Eduardo Maine. Nutrida carta de vinos y cócteles para acompañar un dinner show con trabajados espectáculos. Si te quedas con hambre después de la fiesta cuentan con el corner “Maldita Resaca” en el que venden bocatines (de Joselito, of course), empanadas y otros tentempiés “recuperadores”.