Objetos singulares

Tras estudiar Bellas Artes en Nueva York, volvió a Barcelona para instalar su taller-showroom, donde hoy desarrolla una carrera profesional con influencias del op art y el pop: «Con lo retro me siento a gusto –comenta–. Un diseño capaz de adaptarse a los usos y las modas de diferentes épocas es doblemente bueno.»

Uno de los primeros interiores que recuerda es la casa de sus abuelos, diseñada por Rafael Marquina: «Me encanta el tratamiento de las maderas, los espacios de doble altura… Todo eso está en el origen de mi mundo creativo.» Eso y la serigrafía: «Una forma de arte gráfico que requiere una perfección total –nos explica Sonia–, cualquier impureza te obliga a repetir planchas y volver a empezar.»

Su showroom, donde recibe a horas convenidas, es un espacio inundado de luz. Entre el mobiliario destacan las sillas, su debilidad, y las mesas sin aristas. «Me ha costado que lo entiendan, pero prefiero los cantos redondeados, me resulta mucho más armónico.»