Por qué aparecen los celos en una pareja y cómo gestionarlos

Los celos no son otra cosa que una respuesta emocional, más o menos intensa, producto de la percepción de uno de los miembros de que existe una amenaza, ya sea real o imaginada, para el vínculo existente. ¿Qué pueden provocar? Silvia Cintrano, sexóloga y psicóloga especialista en Terapia de Pareja de Instituto Centta apunta "sentimientos de miedo, inseguridad, ansiedad o preocupación por la posibilidad de perder la relación, el afecto o la atención de su pareja".

Aunque la respuesta de los celos es bastante común, "su manejo e intensidad puede variar desde una revisión de las propias inseguridades (ya sea por problemas de apego, autoestima, etc.) o acuerdos de pareja, hasta el conflicto abierto en pareja donde se llegan a exigir cambios en la conducta que alteran la dinámica con el exterior, produciendo comportamientos controladores y posesivos", señala la especialista. 

Los rasgos más frecuentes de una persona celosa

Aunque los celos son una emoción común en el ser humano, cuando se vuelven excesivos o en un patrón de comportamiento persistente "puede ser síntomas de problemas subyacentes más graves que no tienen que ver con la salud de la relación", apunta Cintrano, al mismo tiempo que explica los rasgos asociados a las personas celosas, de forma genérica:

• Inseguridad: por baja autoestima.
• Falta de confianza: cuestionando acciones o intenciones de las personas de alrededor con los que mantiene un vínculo.
• Ansiedad en el apego: apegos inseguros o personas dependientes.
• Necesidad de control: para evitar que ocurra algo inesperado que genere los celos. Esto les puede llevar a la hipervigilancia y la interpretación de cualquier situación/comportamiento que considere no apropiada.
• Problemas de comunicación: se expone desde el reproche al otro, el problema se enfoca en la conducta del otro y no en la gestión de los propios pensamientos y emociones.

¿Cómo afectan los celos a la pareja?

Los celos pueden llegar a destruir una relación de pareja si su intensidad y frecuencia se desbordan. "La mayoría de las personas piensa en los celos como la evidencia de la inseguridad por poder ser engañados emocional o físicamente, los conocidos 'cuernos'. Sin embargo, los celos van más allá, pudiendo sentirse celos hacia familiares, amigos o trabajo", explica Silvia.

"Es el resultado de la inseguridad por no sentirse cuidado o una prioridad, de no sentir el espacio como pareja que corresponde. Esto, si uno no lo identifica, puede caer en el error de reprochar al otro su comportamiento a través de críticas que no suelen ser constructivas, sino todo lo contrario, exponiendo ese sentimiento de traición, falta de confianza o inseguridad. Exponerlo desde los propios sentimientos, desde la propia vivencia facilitará al otro la comprensión, generará un ambiente propicio para poder abordarlo desde ser equipo, y no rivales", añade. "No hay que olvidar que la situación puede ser real o simplemente una percepción subjetiva, por lo que es arriesgado dar por hecho actitudes del otro, pero lo que es seguro es la propia vivencia, la experiencia emocional. Eso es lo que se debe abordar, ya que el reproche señala y etiqueta al otro, generando situaciones de tensión y actitudes defensivas, mientras que la expresión emocional señala el malestar propio, pudiendo abordarlo en pareja", finaliza diciendo.

Pautas para gestionar los celos en una relación

Silvia Cintrano apunta nueve tips o consejos que pueden ser de gran ayuda para hacer frente a los celos en una relación de pareja amorosa. ¡Toma nota!

1. Identificar y entender las emociones de inseguridad que provocan ciertas situaciones.
2. Restaurar el vínculo en pareja, entendiendo los aspectos que refuerzan la confianza.
3. Autoconfianza: trabajar en las propias inseguridades, autoestima y estilo de apego.
4. Fomentar la independencia y la autonomía: ser pareja no significa estar fusionados, por lo que trabajar en las parcelas personales para que el bienestar no solo recaiga en la relación de pareja será fundamental para ser personas más independientes.
5. Revisar los acuerdos previos en la dinámica de la relación, estableciendo límites y expectativas claras para evitar malentendidos.
6. Comunicación abierta en pareja: poder explicar lo que ocurre, para que en equipo pueda abordarse. No porque la otra persona sea responsable, sino como apoyo y acompañante, facilitando la gestión emocional.
7. Evitar comportamientos controladores: si bien en un primer momento alivia el malestar, pueden generar resentimiento por limitar la libertad de la pareja.
8. Reforzar los cambios: tanto de la persona que expresa más como del que realiza conductas diferentes. Cualquier cambio supone un esfuerzo y reforzarlo es la mayor garantía para afianzarlos en el tiempo.
9. Si no se puede abordar, buscar ayuda y guía profesional para facilitar el entendimiento y búsqueda de soluciones alternativas.