Javier de Juanas, el maridaje perfecto entre moda y cocina (o cómo reinventarse y crear un perfil que es fantasía)

El exeditor de moda y ahora cocinero ha logrado maridar sus dos grandes pasiones en un perfil de Instagram de alta costura. Pero, sobre todo, nos da lecciones de cómo reinventarnos y empezar de cero.

Su perfil de Instagram es una fantasía donde la tarta de fresas contagia el rosa a jerseys y collares de perlas de Chanel, y donde encimeras y gadgets culinarios 'coquette' soportan bocadillos de mortadela y queso a juego con el último bolso de Louis Vuitton. Se llama Javier de Juanas y además de ser el artífice de esa cuenta glamourosa y nutritiva —que tienes que visitar tanto si eres una apasionada de la moda como una fan de lo foodie— es un ejemplo de cómo uno se puede reinventar en cualquier momento.

Javier de Juanas, con bolso y zapatos de Louis Vuitton

Javier de Juanas, con bolso y zapatos de Louis Vuitton

/ José Morraja

Así, tras casi tres lustros trabajando en el mundo de la moda como estilista y editor para algunas de las publicaciones más prestigiosas del sector, decidió en la pandemia dar un giro radical a su vida y apostar por convertir una de sus grandes pasiones en su medio principal de vida (aunque no deja de idear nuevos proyectos): la cocina.

¿Sueñas con cambiar de profesión, con mudarte, con empezar de cero? Este es uno de los ejemplos más inspiradores que hemos encontrado.

De estilista y editor de moda, a chef. ¿Qué pasó por tu cabeza?

La cocina era algo que siempre había tenido en mente pero cuando estás subido a una rueda, es muy difícil bajarte de ella. Lo que ocurrió fue que llegó la pandemia y nos bajó a todos de nuestras ruedas.

¿La pandemia fue el detonante?

Fue el momento perfecto para buscar un segundo plan y empezar a formarme en cocina y entrar en este otro mundo.

¿Por qué un cambio tan rotundo?

Buscaba una profesión que pudiera hacer en cualquier parte del mundo. Si de repente quería mudarme y vivir a un pueblo, allí no podría trabajar de estilista. Tenía que tener un plan B de algo seguro que me permitiese vivir y ganarme la vida en cualquier lugar.

¿La cocina da esa independencia?

La cocina era algo seguro y me permitía esa movilidad.

Javier de Juanas con bolso y accesorios de Chanel

Javier de Juanas con bolso y accesorios de Chanel

/ José Morraja

¿Conocías de antes el mundo culinario?

Mi madre es cocinera y la cocina siempre ha estado presente en mi vida. Además, era mi hobby, siempre lo he disfrutado mucho. Me encanta recibir en casa, organizar cenas para amigos y demás, pero nunca me lo había tomado como algo profesional. Hasta este momento. Sabía que me iba a gustar una vez dentro.

¿De qué miedos hay que librarse para tomar una decisión así? 

Los miedos son algo que todos tenemos y que hay que quitarse de la cabeza. Había compañeros que me decían: "Eres supervaliente, te has atrevido". Y, bueno, quien algo quiere, algo le cuesta, hay que tirarse a la piscina.

Tras 20 años trabajando en moda, tuviste que empezar en la cocina casi de becario...

Claro, por supuesto. Fue un cambio muy, muy drástico. Durante mucho tiempo la prensa era una buena vida, con sus viajes, cómo te cuidaban… y de repente pasé a ser el que estaba en el puesto más bajo y tenía que aprender todo desde cero.

¿Y cómo lo llevaste?

Empecé en la pandemia. Me puse a estudiar en la Escuela de Alta Cocina Le Cordon Bleu. Hice el grado de cocina francesa y de ahí pasé a hacer mis prácticas, además, en un restaurante que aún no tenía estrellas Michelin pero que ganó dos mientras trabajaba allí. Y, entonces, ¡imagínate el grado de implicación y de trabajo! Aprendí muchas cosas pero no volvería a trabajar en ese tipo de establecimientos. No me interesa para nada. 

¿Por qué?

El ritmo en los restaurantes Michelin es muy intenso. En ese tipo de lugares se trabajan muchísimas horas, es un nivel de esclavitud muy fuerte pero afortunadamente hay cosas que están cambiando también en este sector. 

Javier de Juanas, con una de sus meriendas

Javier de Juanas, con una de sus meriendas

/ Pablo Paniagua

¿Y ahora? 

Ahora trabajo en el Hotel Santo Mauro y es una gozada. El trabajo en hoteles es muy distinto. Primero, por el espacio, que es precioso y que tiene mucho que ver también con mi sentido estético, que he arrastrado de toda mi etapa en la moda. Y, segundo, porque las condiciones laborales son muy diferentes a las de un restaurante: hay horarios de ocho horas, igual a los de una persona normal. Puedes tener unas comodidades que en un restaurante Michelín no puedes llegar a tener

En tu Instagram confluyen tus dos mundos: cocina y moda. Hay risottos junto a bolsos de Chanel. ¿Es la forma de no olvidarte de la moda?

Sí. La moda sigue estando presente en mi vida como un hobby y en mis ratos libres sigo haciendo alguna colaboración con Neo2 Magazine y y hay marcas que siguen queriendo trabajar conmigo. Chanel es una de ellas. Y yo, feliz de la vida.

¿Cómo comenzaste a desarrollar tu cara más influencer?

Longchamp mandó un bolso de regalo de una colección especial con Toiletpaper y ahí se me ocurrió hacer un vídeo con un shopping de comida, mientras hacía unos bocadillos, y a la gente le empezó a gustar. Después, ha ido creciendo, hay marcas que les encanta y me mandan los bolsos para grabar los vídeos y seguir. Es una especie de juego, entre comillas, de las redes y muy divertido.

¿La vida es demasiado larga para trabajar en único sector? ¿Se equivocan quienes piensan que no pueden cambiar?

Claro. Una única profesión para toda la vida me parece un poco aburrido. Siempre he opinado que hay que aprender todo el rato y saber hacer muchas cosas.

¿Tu amor por la estética se puede ver también en tus platos de comida?

Por supuesto. Cuando estoy con mis compañeros de cocina al final todos me preguntan qué me parece el emplatado o si lo cambiaría. Al final la comida, como la moda, entra mucho por la vista y la presentación debe ser perfecta, aparte de que esté muy rica.

¿Echas algo de menos de tu vida anterior?

¿Y el futuro?

En mi mente siempre está irme a un pueblo y montar un restaurante o un pequeño hotelito o algo que que sea que transmita lo que yo soy en realidad. Mientras, estoy preparando una serie de cenas temáticas clandestinas donde reuniré grupos de 10 personas con el fin de disfrutar de la gastronomía y la moda. La primera lleva por título 'Rosa' y el menú, la decoración y mi look, que estoy trabajando con Manuel Bolaño, girarán en torno a este color. La información se publicará en mi Instagram.

Síguele la pista

  • Lo último