VMA 2015: las 5 mejor y las 5 peor vestidas

Por algo es la chica favorita de todo el mundo (esperemos que Taylor Swift nos perdone): Cara siempre va bien. Será por el hecho de haber sido modelo o porque siempre se mantiene fiel a su estilo digan lo que digan, pero estaba mejor que bien para la gala: elegante, pero juvenil y veraniega, que no deja de ser Agosto.

Querida Britney: llevamos años esperando tu vuelta a lo grande. Estuvimos ahí en 1998, cuando te descubrimos, y a principios de este siglo, cuando vivimos tus mejores y tus peores momentos. Siempre deseamos volver a verte abrazada a una serpiente contoneándote y sabiéndote princesa de la música, pero eso no ha pasado todavía: mal el peinado en degradé, mal el vestido y mal, sin duda alguna, esos trozos de busto y piel luchando con la tela por salir a saludar.

Muy difícil tenía que estar la alfombra roja como para que Gigi Hadid se colase, con esta postura, entre las mejores. Pero su combinación era arriesgada y le sentaba bien, aunque se pasase queriendo lucir pierna.

Ella sola podría haber ocupado todas las posiciones en cuanto a las peor vestidas: Miley Cyrus presentaba este año los VMA 2015 y dio muchos momentos en el escenario y en la red carpet. Desafortunadamente, ninguno bueno: llamar la atención como lo hace ella parece algo anticuado, de tiempos en los que Lady Gaga se presentaba con vestidos de carne. Tiene que pasar página, porque ya ni siquiera nos divierte.

La joven actriz (y cantante además de modelo ocasional) dio, a los 18 años, una lección a muchas con muchas más tablas que ella: elegante, original, a la moda porque llevaba pantalones culotte... Nos gustó mucho, y no solo porque destacase en un mar de looks desacertados.

Lo cierto es que Nicki iba exactamente como va siempre, pero eso no quiere decir que vaya bien. Tiene algo de perdón porque hizo las paces con Taylor Swift sobre el escenario, pero podría haberlo hecho teniendo un poco más de gusto estilístico.

A veces elegir un clásico vestido negro no está tan mal encaminado: Lily Aldridge iba sobria, quizá demasiado para un evento de estas características, pero se agradece algo de elegancia...

Porque se pasó con el bronceador, porque realmente parecía Kim Kardashian (sin haber necesidad, porque en la gala estaban tanto la propia Kim como su imitadora oficial, Kylie Jenner). Sobre el vestido no tenemos queja, pero el conjunto fue desacertado.

Bravo. Por su simpleza bien llevada, Marta Hunt se ha ganado un espacio en nuestro corazón. No había por qué volverse loca con el look, solo hacerlo bien...