8 trucos para adelgazar por la noche
2. Hazte amiga del tupper
Aléjate de todo tipo de comida envasada y precocinada, ya que son una gran fuente de calorías. Si eres de las que aprovecha hasta el último minuto en la cama, prepara la comida del día siguiente por la noche y así evitarás caer en la tentación de comprar cualquier cosa de camino al trabajo.
3. Toma mucha agua
Es un clásico, lo sabemos. Pero es cierto que nos ayuda a liberar toxinas y favorece nuestra dieta. Si no quieres levantarte a media noche para ir al baño será suficiente con que dejes de beber una hora antes de ir a dormir.
4. Entrenamiento nocturno
Desterramos el falso mito que te hace creer que el ejercitarte por la noche te hará dormir peor y así lo demostró una encuesta realizada en 2013 por la National Sleep Foudation. La actividad física te ayuda a perder peso, así que no pongas excusas porque cualquier momento es bueno para ponerse manos a la obra.
5. Cero hidratos de carbono
Las legumbres, los cereales, el pan o la pasta integral no son los culpables de tus kilos de más. Pero si es cierto que su ingesta de noche no nos beneficia. Dejaremos este tipo de alimentos para momentos en los que necesitaremos más energía como el desayuno o el almuerzo y si después hacemos algo de ejercicio, mucho mejor.
6. La fruta, mejor en el desayuno
De noche no es necesario la ingesta de azúcares, pero sin embargo en las mañanas nos aportará la cantidad de glucosa que necesitamos para el día y además nos ayudará a mantener el metabolismo activo y consumir energía. Una buena forma de controlar el apetito y no llegar con un hambre voraz a la comida o la cena.
7. Aprende nuevas técnicas de cocina
La forma de cocinar los alimentos también resulta fundamental. Nuestro consejo para tus cenas es que consumas los alimentos frescos, al vapor, al horno o a la plancha. Deja la creatividad para el almuerzo.
8. Baja la temperatura de tu habitación
La idea de quemar calorías mientras duermes puede parecer demasiado buena para ser cierta, pero varior estudios revelaron que las personas que duermen en una habitación a menor temperatura, queman hasta siete veces más calorías que aquellas que duermen en temperaturas más elevadas.