Por qué este verano te enamorarás sin remedio de Lily Collins

No sabemos qué hemos estado haciendo con nuestro tiempo. Por lo menos, cuando nos comparamos con Lily Collins, que, a sus 28 años, ha sido modelo, periodista y actriz, ha escrito su primer libro de memorias ('Unfiltered: No Shame, No Regrets, Just Me') y se ha sacudido definitivamente el sambenito de “hija de” (Phil Collins, por si has estado viviendo en otro planeta los últimos años) a base de logros.

Mientras te dices a ti misma que mañana mismo te apuntas a esas clases de chino, al gimnasio y a 'mindfulness', removeremos el puñal en la herida contándote que Collins tiene nada menos que tres estrenos este verano. Nos ha abierto boca con su papel en 'Okja' (Netflix), una sátira sobre las multinacionales con cerdo gigante y Tilda Swinton incluidos, y el 28 de julio aterrizará en Amazon con 'The Last Tycoon', la serie basada en la última novela de Scott Fitzgerald. Pero el turrón del asunto está en 'Hasta los huesos', otra película para Netflix que se estrena el 14 de julio y que ha hecho que los gurús Hollywood se pregunten de pronto por qué no habían reparado en Collins hasta ahora.

Nosotras podemos responder a eso: Lily ha cometido errores. A montones. Por ejemplo, compartir pantalla con Kirk Cameron (en su defensa diremos que tenía solo dos años y que fue en 'Los problemas crecen'). O fichar para el 'remake' de 'Sensación de vivir'. O dejarse liar para ser una de las debutantes del baile del Hotel de Crillon, donde hasta las cabezas de gambas se sorben con distinción. O rodar 'Cazadores de sombras', una película, que, estamos seguros, alguien le vendió como la nueva 'Los juegos del hambre' -que la convertiría, claro, en la nueva Jennifer Lawrence- y que no pasó de ficción chapucera nivel 'Ghost Rider'. En resumen (y para no hacer más sangre), resultaba difícil tomarse a Lily Collins en serio, por mucho que tuviera las mejores cejas de la pantalla desde Cara Delevingne.

Y entonces Lily tuvo una racha de buena suerte. Protagonizó 'La excepción a la regla', dirigida por Warren Beatty, que fue un auténtico desastre de crítica y público pero que permitió a Collins arañar una nominación al Globo de Oro y llamar la atención de la industria. Así fue como llegó 'Hasta los huesos', una cinta pequeña, con una directora forjada en televisión y Keanu Reeves como gran reclamo mediático rescatado del olvido, en la que Lily encarna a una joven con anorexia en su última oportunidad para elegir entre los nutrientes o la muerte por consunción.

La directora, Marti Noxon, se basó en su propia experiencia para escribir el guion y los dioses quisieron que se lo enviara a Collins justo cuando ella acababa de escribir el capítulo de 'Unfiltered' en el que confesaba su pasado de desórdenes alimentarios. Lily dijo “sí, quiero”. Y hace falta mucho valor para meterse en la piel de un personaje encerrado en una filosofía vital de la que has conseguido librarte a base de mucha terapia y obligarse a perder peso de forma metódica y controlada cuando es algo que una vez se te escapó de las manos hasta casi matarte.

La cinta se presentó en Sundance el pasado mes de enero, y todo Hollywood se estremeció con un personaje que, casi desprovisto de carne, tenía más chicha que cualquier cosa que hubiera hecho Lily hasta entonces. Collins aprovechó la 'première'para revelar al mundo su pasado de anorexia (el 'timing', amigas, esa herramienta fundamental para toda estrella en ciernes). Después, en marzo, publicó 'Unfiltered', donde ahondaba en los recovecos de los desórdenes alimentarios (y, de paso, perdonaba a su padre y hablaba de cómo el mediático divorcio de sus progenitores la había llevado a ser muy reservada con sus propios asuntos personales). No sabemos si 'Unfiltered'vendió muchos ejemplares pero, sin duda, compró muchos corazones.

'Hasta los huesos' se estrena en Netflix el próximo 14 de julio (sí, en plan “Sé lo que hicisteis en la última operación bikini”) y es muy posible que esta pequeña gran película se convierta en una de las grandes sorpresas del año. Un consejo: no la veas comiendo palomitas. Se te atragantarán.