Mabel Lozano: “Cuando tu cuerpo y tu vida valen cinco euros, tu no vales nada”

Mabel Lozano está nominada a los Premios Goya por su documental sobre la trata ‘Chicas nuevas 24 horas’. Ella espera la gala luchando, como siempre, contra esta lacra.

Mabel Lozano, durante el rodaje
Mabel Lozano, durante el rodaje / Mabel Lozano

Sólo en Europa se calcula que cada año más de medio millón de mujeres son explotadas en la prostitución. No estamos hablando de mujeres libres que hacen lo que quieren con sus cuerpos sino de medio millón de esclavas víctimas de la trata, de las cuales un 50% son menores de edad. España, además, cuenta con el vergonzoso récord de ser el primer país de la Unión Europea en consumo de prostitución: un 39% de los españoles ha pagado por tener sexo. Una de las primeras mujeres en llevar este tema a la pantalla grande fue la directora Mabel Lozano. Tras el estreno en 2008 de su primer documental, 'Voces contra la trata de mujeres’, los espectadores salían conmovidos. Ella también los estaba. Desde entonces, colabora activamente con organizaciones como la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP).

Consigo hablar con Mabel Lozano apenas un día antes de la gala de los Premios Goya. Como siempre, está llena de energía y fuerza. Hoy, la directora tiene una buena noticia que celebrar, la desarticulación de una red de trata que operaba entre Paraguay y España. El negocio de la trata mueve cada año unos 32.000 millones de dólares en el mundo y, tras las drogas y las armas, es el más rentable. Mabel apenas si tiene tiempo entre las presentaciones de ‘Chicas nuevas 24 horas’ en institutos a un lado y al otro de charco. En solo 24 horas, más de 3.500 jóvenes estudiantes han visto su documental en Paraguay y en España. Más que un producto cinematográfico, Chicas nuevas 24 horas’ es casi un movimiento, el de ciudadanos y ciudadanas en contra de la trata. En la web del proyecto (http://www.proyectochicasnuevas24horas.com) se puede seguir toda la actualidad sobre esta lacra y además hay mucha información para tomar conciencia del problema o educar a tus hijos. De este fecundo proyecto ha nacido, además, el libro ‘Puta no soy’ (Gallus), de la periodista Charo Izquierdo, que acompañó a Mabel en parte del rodaje en Perú; una novela magnífica que remueve porque que refleja a la perfección la situación a la que se enfrentan tantas mujeres víctimas de la trata. La película de Mabel sigue su paseo por festivales internacionales cosechando buenas críticas y despertando mucho interés. El próximo sábado está nominada a Mejor Documental en los Premios Goya. Su directora, mientras, se encuentra ya en proceso de montaje del que será su próximo trabajo, rodado en la selva boliviana.

El otro día manecimos con el anuncio del desmantelamiento de una red de trata de mujeres que ha operado entre España y Paraguay durante 10 años. ¿Qué has sentido al conocer la noticia?

Mucha alegría. Además es un sitio que conozco porque ‘Chicas nuevas 24 horas’ en parte está rodado allí, en el interior de Paraguay, un lugar donde hay mucha pobreza y desigualdad con lo cual las mujeres son muy vulnerables a la trata. En esa zona han captado a mujeres una y otra vez. Allí, ellas no tienen herramientas para enfrentarse a ellos, no tienen recursos, están inmersas en la pobreza y en muchos casos viven una situación terrible de violencia intrafamiliar.

Tu que has hablado con tantas mujeres víctimas de la trata y que has podido profundizar en sus emociones, ¿cómo se sienten cuando están atrapadas en esa red?

Directamente es bajar a los infiernos. Tu vida no te pertenece. Tu cuerpo no te pertenece. Te sientes sucia, piensas que tu vida no vale nada. Piensa que con las víctimas de trata se regatea. Pueden pagarle veinte, diez o cinco euros. Cuando tu cuerpo y tu vida valen cinco euros, tu no vales nada. Ademas de que estamos hablando de una persona completamente sometida por el miedo. Como en el caso de Paraguay donde estamos hablando de una red que funciona en el país de origen y también en el de destino. Eso quiere decir que saben donde está tu mamá, tu papá y tus hijos. Con lo cual el miedo es tremendo y como crees que tienes una deuda, una que jamás vas a poder terminar de pagar, tu vida no te pertenece. No hay libertad en la esclavitud.

¿Son auténticas esclavas del siglo XXI?

Sí, porque además lo decimos como si fuera una frase hecha. La realidad es que la esclavitud no se ha abolido. Aunque una persona no tenga dinero para comer y quiera vender sus órganos no se puede permitir porque para eso están los derechos humanos. Si no, ocurre como está pasando con la trata que el Primer Mundo, que somos nosotros, está comprando a esclavas. En el siglo XIX había países como Estados Unidos o Brasil que necesitaban mano de obra barata para trabajar sus grandes extensiones de campos y la conseguían trayendo esclavos de África. Ahora es lo mismo, este Primer Mundo necesita traer esclavas para satisfacer sus deseos. Y nunca ha costado tan barata la esclavitud como ahora. Una mujer víctima de la trata en una semana de esclavitud sexual ya ha pagado su deuda y ha rentabilizado lo que ha constado traerla. Todo son ganancias.

¿Podríamos ser ellas cualquiera de nosotras?

No. Nosotras tenemos herramientas para enfrentarnos a la trata, conocemos nuestros derechos. Ellas no tienen nada de eso. La mayoría no ha tenido acceso a la educación. Muchas veces ni siquiera hablan nuestro idioma y tienen mucho miedo. Pero no nos confundamos, son mujeres muy valientes capaces de cruzar el charco sin saber qué van a encontrar para intentar sacar de la miseria a sus familias. Ni a ti ni a mi nos podría pasar nunca esto. Creo que en parte esa es la razón por la que la mujer occidental está siendo tan tibia con la trata. Tu no tienes ninguna amiga o conocida a la que le haya ocurrido esto aunque sí que conoces a alguna víctima de la violencia machista, ¿verdad? Aunque sea una amiga de una amiga. Pero no hay ninguna víctima de la trata en tu entorno, ninguna hermana, amiga o conocida. Sólo le pasa a las mujeres inmigrantes. Pero son mujeres que están frente a nosotras y necesitan nuestra ayuda. Además, somos educadoras, enseñamos a nuestros hijos y tenemos amigos o familiares que son demandantes de este tipo de servicios, hombres que están perpetuando la esclavitud de muchas mujeres y niñas. Podemos ayudar a que sean conscientes de ello.

¿Crees que los ciudadanos, somos conscientes del problema de la trata de mujeres?

No, porque siempre lo hemos visto muy lejano, algo ajeno. Además vivimos con esos paradigmas de la prostitución que tienen más que ver con ‘Pretty Woman’ que con la realidad. La verdad es que es una esclavitud, lo más sórdido y degradante para un ser humano. Cuando hablamos de la trata hablamos de personas a las que les roban los derechos. Hay mucho desconocimiento por eso parte del trabajo que hacemos con ‘Chicas nuevas 24 horas’ es transversal. Esta semana hemos proyectado el documental a más de 3.500 adolescentes en Paraguay y en institutos españoles. Allí hacemos un trabajo de prevención, aquí de sensibilización. Los chavales me cuentan que conocían el tema de oídas pero ni se podían imaginar que ocurre en los clubes de carretera, junto a sus casas. Estamos cambiando su percepción y dándoles un mensaje: no puedes ser un ciudadano de primera si miras hacia otro lado o consientes esto. Los chavales empatizan con las protagonistas del documental, sobre todo con Yandy, que tiene 15 años y con Sofía, de 17. Muchos de ellos nos mandan artículos que escriben tras ver el documental y los publicamos en la web de. Acabamos de recibir uno precioso, de un adolescente de Albacete que lo ha titulado: Humanos, tenemos que cambiar.

¿Somos solidarios con las víctimas de la trata?

Nos falta información. En los medios de comunicación se suelen dar las noticias de trata desde el morbo. Nadie se pregunta qué pasa después. Se habla mucho de la noticia hoy pero nadie cuenta qué pasa con estas mujeres. ¿Cómo se rehabilitan? Una vez las han destruido completamente, ¿cómo se puede reconstruir a ese ser humano? Normalmente, por los prejuicios, muchas de sus familias las rechazan.

¿Y qué pasa con ellas cuando salen de la trata? ¿Cómo reconstruyen sus vidas?

Muy mal. Todos los que trabajan con víctimas de la trata dicen que tienen secuelas físicas y psicológicas equiparables a las de las personas que han sido sometidas a torturas. Como los judíos de los campos de exterminio nazis. Hay que volverles a dar herramientas, no tienen autoestima. Son procesos muy largos y complejos que realizan asociaciones como APRAMP, pero estas organizaciones necesitan recursos y no reciben los suficientes.

¿Trata y prostitución van de la mano?¿Cuál es tu opinión sobre la legalización de la prostitución que piden desde algunas asociaciones de trabajadoras del sexo? el 80% de las mujeres que ejercen la prostitución son víctimas de trata.

A mi una mujer que es mayor de edad, que no tiene proxenetas que se lucren de su cuerpo y que quiere ejercer la prostitución en libertad me parece que se puede dar de alta en cualquier momento. En España la prostitución no es ilegal, es alegal. Pero la trata con fines de explotación sexual no existiría si no existiera la prostitución. Eso es un hecho. Además, sobre la prostitución siempre escuchamos las voces de estas mujeres libres que pueden decir lo que quieran, el problema es que a las víctimas de la trata no las oímos nunca, ellas no son libres para hablar. Están doblemente victimizadas y no empatizamos con mujeres a las que no vemos. La línea entre la prostitución y la trata es muy delgada, pero de las mujeres de la trata nunca sabemos nada, son como fantasmas invisibles víctimas del silencio y del miedo.

¿Por qué decidiste hacer documentales?

El detonante fue conocer a Irina, una fotógrafa rusa que había sido víctima de la trata porque su novio la vendió por 3.000 euros. Cuando tu estás en Madrid, en tu círculo de confort, y de repente conoces a una mujer que es como tu, con tus mismos deseos, tu misma educación… Y a la que de repente la han vendido y tiene amo, con mayúsculas, un Amo. No puede hacer nada, ha perdido su cuerpo, su vida, todo. Le pertenece a otra persona. Cuando me contó su historia no es que me sacara de mi círculo de confort, es que me dio un empujón tan fuerte que ya no pude volver atrás. Por eso decidí contar su historia y la de tantas víctimas de la trata. Yo siempre abordo temas de mujeres y de derechos humanos en mis documentales, pero con la trata tengo un vínculo enorme. Colaboro con APRAMP cada día y lo voy a seguir haciéndolo.

Al tocar estos temas relacionados con mafias y rodar en sitios complicados, ¿has sentido miedo alguna vez?

No, sólo por ellas. Por mi nunca. Hemos estado rodando con proxenetas alrededor, pero siempre he sido consciente de que yo sí estoy protegida. Ellas no.

¿Qué te dice tu familia cuando ven tus documentales?

Bueno, ellos conocen todo el proceso así que suelen saber de lo que van las historias. Mi marido me apoya mucho siempre. Y me siento orgullosa porque mis hijos están muy sensibilizados con el tema. Creo que muy importante educarlos en la empatía, en el conocimiento de lo que ocurre en el mundo para que sean ciudadanos conscientes y responsables.

Danos una buena noticia, ¿qué se han logrado contra la trata desde que presentaste tu primer documental ‘Voces contra la trata’ allá por 2008?

Ahora la trata ya está reconocida legalmente como un delito en nuestro país, que antes no lo estaba. En España la actuación policial, con un cuerpo especializado para ello, está ayudando mucho a combatir esta lacra. Pero en Europa haría falta una normativa en todos los países para combatir esta práctica delictiva. Queda mucho por hacer.

Si ganaras el Goya el próximo sábado, ¿a quién se lo dedicarías?

A Yandy, a Sofía, a Ana Ramona y a Estela, las protagonistas de mi documental. Cuatro mujeres que fueron víctimas y que han tenido el valor y la generosidad de aparecer en la película para luchar contra esta lacra. Por supuesto que para mí sería un regalo ganar el Goya, la guinda del pastel, pero el trabajo que quería hacer con 'Chicas nuevas 24 horas’ ya está hecho. Creo que es un documental que hace realidad el poder transformador del cine. Y sigue su camino. Este mes irá al Festival de Berlín de cine de mujeres, luego a otro en Santiago de Chile y seguirá proyectándose en centros educativos y seguirá ayudando a que muchos abran los ojos y tomen conciencia.

¿Cuál va a ser tu próximo proyecto, estará vinculado con la trata?

Bueno, ya está medio rodado, estoy montándolo y tiene que ver con los Derechos Humanos. Conocí en Bolivia al periodista Roberto Navia, ganador del Premio Internacional de Periodismo Rey de España [un galardón otorgado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Agencia EFE] por su reportaje ‘Tribus de la Inquisición”, que trata sobre un linchamiento producido en 2013 en una población cercana a Cochabamba. Según me contó lo que había escrito, decidimos irnos juntos a la selva a rodar. Estos linchamientos populares son tremendos. Cuando estábamos allí sucedieron y hemos rodado incluso como quemaban vivas a personas por ser presuntamente culpables de delitos como el robo de una motocicleta. Son imágenes terribles. Pero aún me queda terminarlo. En ello estoy.

Síguele la pista

  • Lo último