Lucía Villalón, a todo gas

Esta sería la típica historia chico-deja-a-chica a tres meses de la boda… si no fuera porque los protagonistas son tan mediáticos; es lo que tienen los jugadores de fútbol. Lucía se había comprometido con el mexicano Javier “Chicharito” Hernández después de irse a vivir con él a Colonia (Alemania) –el jugador fichó por el Bayer Leverkusen tras su paso por el Real Madrid– y de acoplar su trabajo como periodista deportiva a los fines de semana, cuando llegó la primera bomba: tenían que operarla del pulmón tras dos neumotórax espontáneos. Convaleciente y sin poder viajar en avión, estalló la segunda: su pareja decidía romper la relación casi a distancia... Unas semanas después, las fotos del futbolista con su compatriota, la actriz Camila Sodi, nos dejaron a todos con la boca abierta.

¿La pregunta que una se hace ante esto es “por qué”?

No. La que yo me hago es cómo hemos llegado a esto... Yo soy muy creyente y sé que todo ha pasado porque Dios así lo ha querido, porque si me hubiera casado con él me habría equivocado. Está claro que él no estaba preparado ni le ha dado nunca la importancia que debe.

Tras estas dos experiencias tan duras, donde te han tocado salud y corazón, ¿una sale reforzada? 

Bueno, no puedo decir que estoy en mi mejor momento, la verdad, pero tampoco en el peor. De desamor nadie se muere; y ahora toca superar la decepción… 

Se te ve muy guerrera y optimista, eso es genial...

Como es lógico, tengo mis momentos de bajón, sobre todo cuando llego a casa y dejo atrás a mi familia y a mis amigos... Pero sé que es cuestión de tiempo. Y me ha servido para darme cuenta de lo bien rodeada que estoy, de lo mucho que me quieren los míos.

Pasar de dar la noticia a protagonizarla, a esquivar paparazzi en tu casa, ¿te ha reconciliado o enfrentado con la profesión? 

Yo siempre quise ser periodista y presentar las noticias con la credibilidad con la que lo hace Ana Blanco en TVE. Y en ello sigo, aprendiendo: he pasado de informar sobre fútbol en el Canal Real Madrid a viajar con la Fórmula 1 en Antena 3 y, ahora, de nuevo al fútbol desde el plató de beIN Sports. El resto es circunstancial. Y lo entiendo. Es información que la gente demanda y consume. Pero ya me gustaría pasar página.

¿Has tenido que demostrar el doble por ser mujer en un terreno como el periodismo deportivo?

Lo cierto es que no. Las cosas han cambiado bastante estos últimos años y ahora hay muchas más mujeres que antes en las redacciones. Claro, siempre hay algún iluminado que te pone en duda, pero es inevitable.

Dime como experta por quién apuestas como campeón de la Liga esta temporada y un par de jugadores decisivos... 

Por el Real Madrid, aunque aún queda mucho... Y destacaría a Antoine Griezmann y a Cristiano Ronaldo; los dos hicieron grandes temporadas el año pasado, aunque al final la balanza se decantó por el portugués.

Hace tiempo te etiquetaron como la novia de Cristiano porque subiste una foto con él en Instagram, ¿no? 

Fue algo muy raro. Estaba rodeada de compañeros, en un avión del equipo... ¡Florentino se hizo la misma foto! Pero yo sigo actuando con naturalidad, pensando siempre que estoy haciendo lo correcto y lo mejor. Lo que venga después, no puedo controlarlo. Lo de las RRSS es tremendo.

Antes mencionabas el apoyo de tus padres y de tus dos hermanos, Borja y María. ¿A quién estás más unida?

Mi hermana María (@mariavillalonpuras y yo somos una piña. Ella es modelo e interiorista –acaba de diseñar Pointer, uno de los restaurantes más de moda– y vive también en Madrid. A mis padres y a mi hermano los adoro; me escapo a Santander a verlos siempre que puedo. Y estoy deseando traerme a mi perro, que estará asalvajado, ahí en la finca.

Tu hermano fue piloto de rallis (como tu tío, Chus Puras, siete veces campeón de España) y ahora es jinete. ¿A ti qué deporte te mueve? 

He practicado de todo. Jugaba mucho al fútbol, que me ha fascinado toda la vida y ahora voy a jugar en Barcelona con mis compañeras de trabajo. Pero también he hecho hockey, equitación, ballet y los coches también me gustan. Viene de familia, claro. 

Ahora te has quedado muy delgada, ¿cómo te cuidas?

He perdido unos siete kilos, sí... y voy a empezar a hacer Pilates, porque entre los viajes y los tacones, tengo la espalda fatal.

¿Y tu rutina de belleza? 

Muy simple: lavarme los dientes, la cara y las manos y darme crema hidratante antes de irme a dormir... Mi madre no nos dejaba ver la televisión si no lo hacíamos y yo continúo con esa rutina (risas).