Entrevista a Madonna

Entrevistar a Madonna es todo un lujo. La diva dice tener todo lo que desea y pretende seguir luchando por encontrar su camino. En Berlín nos confesó sus dudas.

Madonna con JustinTimberlake y, abajo, conPharell Williams y Timbaland(a la derecha).
Madonna con JustinTimberlake y, abajo, conPharell Williams y Timbaland(a la derecha).

Entrevistar a Madonna es todo un lujo. El que ella nos concedió en el Festival de Berlín, al ser de los pocos elegidos para interrogarla al margen de su multitudinaria rueda de prensa. Allí asistió a la presentación mundial de su debut cinematográfico ‘Filth and Wisdom’, una comedia sobre tres amigos que odian su trabajo. Pese a las malas críticas –su distribución se limitará a Internet–, la estrella pretende seguir compatibilizando su trabajo musical con el cine. A buen seguro, más elogios recibirá su álbum ‘Hard Candy’ –el título viene a ser un símil de su personalidad dulce pero implacable– que se estrenó a finales de abril. Entra en la suite una mujer menuda con un vestido gris ceñido, tacones de vértigo y gafas Chanel. Está impecable y se comporta impecablemente: saluda con una sonrisa y pide una botella de Evian. «Es mi favorita», comenta. Desde entonces, también es la mía... ¡Qué poder para crear tendencia!

¿Su concepto de la felicidad ha variado mucho a lo largo de las últimas tres décadas o se ha mantenido tal cual?

¡Uau! ¡Buena pregunta! Hace treinta años ser feliz para mí significaba conseguir independencia, ganar lo suficiente para comer, para tener un techo sobre mi cabeza y poder sobrevivir en Nueva York. También deseaba hacerme un hueco en el mundo de la música y que mi voz se escuchara en todas partes. Sin embargo, ahora la felicidad es agradecer cada día que todo eso se cumplió y también otras muchas cosas que sigo manteniendo.

Pero, el hecho de estar tan asentada con su marido y sus hijos ¿no le quita un poco de chispa a la vida? Por ejemplo, usted siempre ha sido un referente erótico… ¿no cree usted que la estabilidad es antierótica?

¡Qué va! ¿Qué cuento es ese de que cuando una mujer tiene hijos y está casada pierde su lado más sexy? Tu erotismo no desaparece por eso. ¡Todo lo contrario! Además, yo llevo una vida muy nómada, nada convencional…

Es cierto, usted viaja mucho. ¿Lo lleva bien?

Sí, tengo un estilo de vida muy ‘gipsy’. Creo que en otra vida fui una cíngara y que por eso me entusiasma la idea de poder viajar por todo el planeta. Generalmente, me gusta dejar que mi vida se desarrolle por sí sola, que fluya… Pienso que hay algo de espiritual y auténtico en todos los viajes que he realizado por el mundo, es algo que me llena plenamente y espero que ese aspecto se haya visto reflejado en mi trabajo.

Entonces, ¿diría que tiene todo lo que uno puede desear?

Sí, ¿por qué no? En este periodo de mi vida me siento muy satisfecha. Eso no quita que, a pesar de las apariencias y de todo el éxito material conseguido en los últimos veinticinco años, aún siga luchando ante los contrasentidos de la vida. Sigo peleando por encontrar mi camino, por entender la diferencia entre el bien y el mal. Quiero aceptar las cosas por lo que son; no dejarme engañar por la ilusión. Creo que a veces dudo entre lo que quiero y lo que necesito. Por eso me gustaría distinguir entre lo que es blanco y negro. Y, sinceramente, no creo estar tan lejos de alcanzarlo.

Mientras busca y encuentra, no para de involucrarse en nuevos proyectos. ‘Filth and Wisdom’ (en español ‘Obscenidades y sabiduría’) es su primera película como directora. ¿Cuánto hay de su propia experiencia vital en ella?

Uno de los temas que se reflejan en el filme es la lucha que yo experimenté al principio de mi carrera. Aún ahora recuerdo esos momentos difíciles como si fuera ayer. Cuando llegué a Nueva York había miles de chicas que deseaban triunfar como yo y lo cierto es que yo no era diferente de ellas. Entonces, me vi obligada a tomar una decisión: no había marcha atrás. Decidí que no iba a parar hasta conseguir lo que me proponía, porque no soy de las que tiran la toalla a la primera ocasión.

Esto que me cuenta, ¿tiene moraleja?

Por supuesto: que uno puede aprender y encontrar la luz o su camino en cualquier parte, que uno puede sentirse libre sencillamente viendo una película o viviendo un momento especial en su vida.

En cuanto a su carrera, ¿qué significa esta nueva aventura?

Me ha encantado la experiencia y espero seguir alternando las dos actividades: más música y más películas, porque es perfectamente compatible. Por cierto, he de decir que recibí muy buenos consejos y opiniones por parte de gente que conozco en la industria del cine. Al final, no dudé en aceptar unas cuantas sugerencias de uno de los directores a los que más admiro. Pero después de haberlo asimilado, creo que uno siempre tiene que ser su mejor juez.

¿Y cuál es su sentencia?

He disfrutado mucho trabajando en equipo y con todo el reparto. Mi parte favorita fue escribir el guión y luego ver cómo las palabras que escribes cobran vida en boca de los actores. Es un proceso mágico. Todo fluyó y salió mejor de lo que esperaba. Ha sido enriquecedor a todos los niveles.

Otro de los procesos más divertidos para usted debió de ser la banda sonora… ¿Cómo hizo la selección musical?

Fue curioso: el actor Eugene Hutz tenía la costumbre de poner su música durante el rodaje. Le pregunté qué escuchaba y me sorprendió diciéndome que eran composiciones de su tío, Alexander Kolpakov. Pensé que ese sonido era perfecto para la película y así lo elegí. Por otro lado, Britney Spears fue muy generosa y me cedió sus temas.

¿Por qué rodó en el Reino Unido y no en Estados Unidos?

Vivo en Londres y mis hijos van al colegio allí. No quería estar lejos de ellos. Además, es una ciudad muy cosmopolita y pensé que era el sitio ideal para rodar mi primera película.

¿Es verdad que está contemplando la idea de estrenar su película en Internet? Sí, exacto. Distribuirla directamente por Internet es algo diferente y, como todo el mundo sabe a estas alturas, yo no soy nada convencional.

Un caramelo

Su nuevo disco se llama ‘Hard Candy’ y vió la luz el 29 de abril.

¿Por qué ese título?

Curiosamente, coincide con una película protagonizada por Ellen Page. Su agente de prensa dice: «porque a ella le encantan los dulces. Va sobre la yuxtaposición entre la dureza y la dulzura.» Una frase de la diva que demuestra su doble rasero: «Voy a patearte el culo, pero te sentará bien.»

El álbum se aparta del sonido disco del anterior ‘Confessions on a Dance Floor’ para acercarse al funk y a ritmos urbanos como el hip hop. Según el productor Danja, «es un poco rollo ‘Holiday’ pero con un toque RB».

Su look va a ser más fresco y moderno, nada disco, según declaró su estilista. ¿La sorpresa?

En el videoclip ‘Four Minutes’, la veremos vestida de superheroína (se rumorea que con mono ceñido de látex, de Dolce Gabbana) y retando a un baile a Timberlake y Timbaland.

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