Cinco reflexiones... por Joaquín Cortés

Cinco reflexiones... por Joaquín Cortés
Cinco reflexiones... por Joaquín Cortés

1. ¿Tu crees que en España tenemos complejo de inferioridad?

En los últimos veinte años nuestro país ha crecido bastante, aunque sí creo que seguimos por detrás de las grandes potencias y de las ciudades más cosmopolitas. Tenemos que crecer aún más, aunque, como digo, hemos evolucionado mucho. Hace diez años, en Nueva York me preguntaron dónde estaba exactamente España (creían que se situaba al sur de Argentina). Quiero pensar que esto ya no pasaría hoy en día.

2. ¿Pueden los programas de televisión manipular la imagen de un artista?

En España no hay ninguna ley que respete la privacidad de las personas, por lo que considero que los medios de comunicación tienen todo el poder a la hora de crear la imagen de snuanab a rratáis tlaar. eL aaq lupmeen ae enesst tqeáu ne ce ólrm eptorú abetsla incload o n,pu peonrrsqcoua-e ya se encargarán en los programas de televisión o en las revistas de tergiversar todo lo que se dice acerca de cualquier tema. Y creo que esta circunstancia se agrava cuando el personaje no cede a sus presiones. Conmigo, por ejemplo, no han sido justos, pero no he entrado ni entraré en su juego.

3. ¿Por qué se suele asociar la profesión de bailarín a la homosexualidad?

Una cosa es que haya habido homosexuales dentro del mundo de la danza, y otra muy distinta es dar por sentado que lo seamos todos. Me parece increíble que por el simple hecho de dedicarte a esta profesión –también conocida como ‘la hija pobre de la cultura’– se pueda determinar públicamente tu condición sexual. Creo que los bailarines tenemos una sensibilidad distinta, pero ¿acaso los ‘machos’ no podemos ser sensibles? Jamás me he sentido discriminado en este mundo por ser hetero: me considero alguien muy respetado dentro de este trabajo.

4. ¿Verías un ‘reality’ dedicado a la danza?

No me parece mal que se desarrollen este tipo de programas de televisión, siempre y cuando ayuden a cumplir las ilusiones de aquellas personas que desean dedicarse a esta profesión y no tienen medios para hacerlo, ya que costearse un profesor o una escuela puede resultar caro. Que el formato sea un ‘reality show’ es lo de menos, si se consigue ese objetivo. De lo que no soy partidario es de estas academias que se venden como lugares de aprendizaje y se convierten en circos televisivos.

5. ¿Todas las mujeres somos iguales?

Lo único que tienen en común todas las mujeres que he conocido a lo largo de mi vida, para mí, es que pertenecen al sexo opuesto. Por lo demás, cada una de ellas cuenta con características, pensamientos, actuaciones y formas de ser y de sentir muy particulares y específicas. También he de decir que no se quiere igual a una madre, a una hermana, a una amiga o a una novia: son mundos individuales que te influyen de manera muy diferente.

Síguele la pista

  • Lo último