Pon el neceser en modo otoño

Aunque parecía que no iba a llegar nunca, el otoño ya está aquí. Y con él, el frío, el viento, la lluvia y los cambios bruscos de temperatura. Todos estos factores ambientales afectan de manera directa a la piel, sobre todo a aquellas zonas más frágiles y expuestas. El cutis, las manos y el contorno de los ojos y los labios son los primeros en sufrir los efectos de las agresiones externas. Pero, a la vez, el exceso de ropa de abrigo impide una correcta oxigenación, por lo que no debemos olvidarnos del resto del cuerpo, en especial, de los pies.

De ahí que durante los próximos meses es recomendable adaptar los cosméticos de la rutina diaria de belleza a las condiciones climáticas y evitar así la sequedad, la tirantez, la deshidratación, la pérdida de luminosidad y la aparición de rojeces típicas de estas fechas. El frío provoca que los vasos sanguíneos se contraigan, lo que se traduce en la ralentización de las funciones normales de la piel. Se reduce así el aporte de oxígeno y nutrientes, la barrera cutánea se debilita y la capa hidrolipídica pierde su equilibrio, aumentado la sensibilidad cutánea y favoreciendo la descamación.

Para combatir a tantos y tan variados enemigos, lo mejor es combinar la prevención con las fórmulas ricas en activos. Elige cosméticos que incluyan glicerina, porque crea una barrera invisible que no solo protege la piel de los agentes externos, sino que además evita la deshidratación. Y apuesta por <strong>tratamientos</strong> nocturnosmascarillas y tratamientos nocturnos ultra nutritivos, ya que proporcionan ese extra que el cutis necesita. Los más eficaces son aquellos que incluyen vitamina A y sus derivados (como el retinol), vitamina C (con propiedades antioxidantes), ácido hialurónico (con un alto poder hidratante) y otros ingredientes regenerantes, como el aloe vera o la manteca de karité. En definitiva, que si trasladas el cambio de armario al neceser, te quedarás solo con la mejor cara del otoño.