Encontrar el color de tinte perfecto es posible

Cuando te pregunten qué color quieres, no contestes.

Por una vez... Déjate hacer.

Yo entré al salón (Mode Estilistas) temerosa: quería algo, pero no sabía el qué. Y eso es lo mejor porque puedes dejarte llevar y que te aconsejen. A veces nos empeñamos en llevar la foto de nuestra famosa favorita (yo quiero ser Taylor Swift pero luego ni canto, ni tengo sus piernas infinitas, por supuesto no tengo su melena y, claro, tampoco sus millones) pero cada una somos única (ojalá nos repitiésemos esto más, especialmente antes de cambiar de 'look') y eso va a ser imposible. Mi estilista me dio las gracias por no haber puesto ese problema de antemano porque íbamos a ahorrarnos tiempo y disgustos.

¿A ti no te pasa que, cuando entras en una peluquería, esperas lo mejor y lo peor? Por la ilusión, y porque para eso vas, esperas lo mejor: consejos, un cambio radical a tu vida... No sé, algo. Pero la historia te trae malos recuerdos, como no tienes ni idea y te parece que los peluqueros más que cortes hacen magia, y... No siempre tiene por qué salir bien.

Cuando vas a teñirte la cosa pasa a peor: siempre te preguntan qué color quieres, pero no es fácil saber cómo llegar a él ni cómo te va a quedar. Es como cuando en 'Supervivientes' te sueltan desde un helicóptero en medio del océano: búscate la vida.

Por suerte hay lugares donde te dicen: "No te preocupes, todo va a salir bien: a lo mejor no puedes ser rubia porque tienes el pelo color noche cerrada con eclipse lunar, pero vamos a darte algo que vaya con tus facciones y tu piel" Y, oye, respiras más tranquila.

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