Tendencias de maquillaje vistas en la pasarela

Vuelven las sombras, los ahumados sólidos aplicados con técnicas clásicas, la piel orgánica y el rojo compacto en todas sus versiones.

Visto en pasarela, 'negro nada básico': maquillaje del desfile de Chloé
Visto en pasarela, 'negro nada básico': maquillaje del desfile de Chloé

Ultra bold

Ojos hiperpigmentados. La explosión de color sube a la mirada de forma dramática «los pigmentos son el accesorio definitivo que refuerza el look. Son tonos fuertes, vivos e intensos que se utilizan en forma de arcoiris o liners explosivos. Hay mucha técnica en la aplicación. Desde contornos difuminados hasta bloques sólidos y compactos. El resultado es elegante, no alegre ni enérgico como en temporadas anteriores», explica Maite Tuset, make up artist de M.A.C.

Gótico

Versión siniestra. El espíritu dark estuvo presente en los desfiles de Fenty x Puma by Rihanna, Philipp Plein, Yohji Yamamoto y Valentino. Sombras negras muy elaboradas aplicadas de forma compacta, osadas líneas oscuras que se extienden hasta las mejillas y boca oscura en un burdeos casi negro. Para intensificar el efecto, la tez queda pálida y blanquecina.

Minimalismo glow

Mucho brillo. Giambattista Valli, Fendi e Issey Miyake confirman que un año más el strobing sigue en boga. «La luz nos ayuda a esculpir el rostro con un efecto perlado muy saludable. Por debajo del glow, surgen tonos carnales—colores de charcutería que recuerdan al salami–. Son rosáceos sucios (nada puros) con una aplicación transparente en mejillas, párpados, labios. Se trata de dar calidez al rostro de forma natural», explica Tuset.

Pestañas XL

Una consciente sobrecarga de pigmentos alarga las pestañas. en tonos potentes como blanco o rosa o en el clásico negro con una aplicación imperfecta.

Pastel

Cupcakes. el espectro de tonalidades claras, más delicadas, estuvo presente en los desfiles de Byblos, Fyodor Golan y Bora Aksu. Lila, rosa, coral, verde menta y azul bebé polvado o brillante son los protagonistas de este subidón pastel. Eso sí, se llevan con una aplicación desordenada y anárquica, para dar un efecto más bien pícaro e inquietante que dulce.

Negro nada básico.

Los ahumados clásicos con la intención de agrandar el ojo cotizan al alza. «Texturas polvadas, metálicas y mezclas de tonos —dorado, plateado y fucsia— trabajados con negros para crear una dimensión amplificada», comenta Tuset.

Además de dominar los labios «el rojo sube a los párpados de forma muy novedosa. Del vivo y brillante al grosella. En forma de ahumado, eye liner, máscara de pestañas. Lo importante es que su aplicación sea compacta. El rojo puesto de forma difusa o transparente da la sensación de ojo irritado. Para lograrlo, muchas veces se utiliza la barra de labios como sombra. También se apostó por bocas brillantes o mates con los contornos desdibujados», comenta Maite Tuset.

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